Y así cuenta la leyenda… que algún día incierto de verano la historia iba a comenzar, el pueblo ya harto de miseria al patrón un milagro le pidió; y este en respuesta a su suplica un tesoro le envió, y así por estas tierras el grano redondo y diminuto desde entonces sembró, pájaros de migración los cielos surcaron y de pronto un hombre apareció pequeño de estatura, tez morena, andar lento, casi con nadie palabras intercambio y en el campo dedicado a su labor dicen que los años así su vida paso, en la siembra y la cosecha las maletas de millo en las espaldas en la troja acumulo, ya con el alba todos los días macetas de millo piló, arepas, chicha y bollos a todos degustó por esto la sarna, el gorgojo y la polilla para siempre su rostro desfiguró; cejas y pestañas pronto desapareció y la gente miedo le demostró. Gorgonillo un remoquete que en Pinchote se conoció alpargatas, pantalón y camisa arremangada las calles surco con machete de cacha ancha una cabuya a la pretina el rostro de frente al sol sus ojos cerrados, gestos y facciones muy jocosas así lo veían caminar con miedo y desparpajo los niños que se portaban mal gorgonillo en su costal al rastrojo se los puede llevar. Las nuevas costumbres al pueblo transformo, el hombre quien nadie supo cómo se llamó un día murió, en cajón de cuatro tablas en fosa común en el cementero terminó, y aquí millo en el paisaje y en la mesa ya jamás apareció, los pájaros milleros en su estampida también migro y con ello en el recuerdo un tesoro se perdió, cuentan que en las noches de luna llena por las calles una sombra deambulaba pidiendo compasión.