Mes: abril 2020
Cuenta la leyenda que en una tierra inhóspita convivían raras especies y el sarcasmo y la ironía solían ser su diario vivir, por eso en el callejón de entrada vivía Carlos el maleducado y su hermano ALBERTO CORTES, quien tenía dos amores Claudia la del pelo Negro y PAULINA RUBIO. Sus padres parecían los más cuerdos de la comarca sin embargo la mujer muerde y el HOMBRE ARAÑA a todos los que osaban pisar sus propiedades sin el respectivo permiso que se le otorgaba solo a aquellos que pudieran demostrar porque en días soleados con una tenue llovizna aparecía el arco iris. En aquella región no había mucho trabajo y mucho menos clientes no obstante el Pato Donald arreglaba teclados y MICKEY MOUSE, labores estas que no eran muy apreciadas como tampoco lo eran Mario que fabricaba pañuelos y ANTONIO BANDERAS, para todas las profesiones había lugar Joaquín construye casas, ENRIQUE IGLESIAS, DIEGO TORRES y TITO PUENTES. todo era tan inusual que Mirta era Carpintera y CAROLINA HERRERA, estas últimas las estigmatizaron y algunos por aquellas calles polvorientas les gritaban en coro “ma****”, pero ellas como mujeres valientes mostraron al pueblo que con las piedras que les tiraban podrían construir su propio castillo y era el más grande y reconocido del país incluso desde lejanas tierras venían a visitarlo y a recorrer sus amplios jardines de alelí. La gastronomía era muy amplia y variada desde animales de caza y de casa hasta semillas de ajonjolí, por eso no era raro que el capitán Garfio comiera galletitas y PETER PAN . La administración estaba a cargo de los más ancianos quienes con su sapiencia suma impartían justicia aunque algunas veces el increíble Hulk se ponía verde y CAPERUCITA ROJA, todos cumplían con rigor las leyes e instrucciones cuando la ocasión lo ameritaba y en su vida privada la oscuridad y el desorden reinaban. La población cuidaba de su reputación y del tesoro que su suerte les otorgaba el respeto, cariño y solidaridad por sus vecinos en épocas de confusión. En una de las esquinas del parque el museo hacia alarde de conservar la historia de su raza con trastes viejos y uno que otro relato, las anécdotas y los dichos hacían para sus visitantes un viaje al pasado que la mayoría disfrutaba y guardaba en su memoria para siempre porque les recordaba de dónde venían y porque están aquí. No faltaba la señora que se queja de los aros y EL SEÑOR DE LOS ANILLOS en aquella fecha especial de su boda mágica en la que hasta el perro asistió, todo era jolgorio y alegría. Ahora el tiempo parece detenerse en un limbo en razón de un bicho raro llegado de lejanas tierras que vino para ponerlos a pensar en lo efímera que la vida puede ser. Al final todos felices serán