Cuenta la leyenda… que en los albores del siglo XX en un pueblo casi olvidado un puñado de familias con temple y tesón luchan contra la indiferencia estatal y la apatía propia de que quien no tiene arraigo por su propia tierra, familia de pedagogos, los moreno, se empiezan a conocer no solo aquí sino a nivel departamental, alguno de ellos Pascual historiador también, desde la academia de historia de Santander una pregunta logra resolver y con la prueba principal e irrefutable una partida en los libros parroquiales permite develar la cuna natal de la heroína, restituyendo para Pinchote su sitial en la historia nacional, pero es una de sus sobrinas, la más humilde, la que muy niña su padre va a perder y con ello tal vez toda posibilidad, sin embargo, su apasionamiento perseverancia y carisma lograron el destino cambiar por medio de “La tía Herminia” quien fuera su ángel benefactor y aun con dificultades un peldaño alcanzar teniendo la posibilidad de prepararse en pedagogía al lado de la crema y nata de la sociedad sangileña. Un camino tortuoso y también de satisfacción así empezó haciendo remplazos en una u otra escuela, un poco a pie o a lomo de mula, cruzando ríos caudalosos sobre puentes de cabuya y madera, veredas lejanas e inhóspitas a lo largo y ancho de la geografía Santanderiana la vieron recorrer; Jesús María, Umpalá, Piedecuesta, la vereda cinco mil, Simacota, San José, Suaita, la Palmita, Hatoviejo, cantabara, Aratoca algunas por nombrar, sola o acompañada por un familiar Marina, Silvia, Buenaventura y Edelmira mil aventuras por conocer… a la luz de un candil en el cuarto de una casa en ruinas que en el día servía de salón y en la noche de habitación, el rechinar de un caballo o el crujir de las barandas los espantos allí vida propia parecía recobrar… la llorona, la pata sola o el ánima manta largas noches de insomnio le hicieron padecer, que luego como anécdotas entre risas nos acostumbraba contar. Un solo salón, cinco grados, niños ávidos de educación y una maestra con una gran vocación pronto su entrega y dedicación sus estudiantes la empiezan a estimar. La época de la violencia en algún pueblo en la casa de un gamonal la señorita maestra se tiene que hospedar y ella con gran humildad sus convicciones puede mostrar y al final con sorpresa acogida y admirada por un liberal. A su tierra natal un día ha de llegar, dificultades por supuesto ha de encontrar, con pizarra y gis bajo el brazo sus armas para luchar, gramática y ortografía a la perfección, a sus alumnos con versitos les hacía aprender y si aun así testarudos resultaban ser la vara es solución. Las silabas bra, bre, bri, bro, bru que arduo algunos en aprender pero sus mañas y nuevas técnicas han de inventar. Lectura e historia su gran fascinación tanto que la muerte la sorprendió con “los miserables” de Victor Hugo aun sin terminar. La alegría de leer, cien lecciones de historia sagrada y la urbanidad de carreño eran una obligación. Directora de agrupaciones, tesorera de los bazares, benefactora de mil causas perdidas, en labores comunitarias, primera mujer concejal en Pinchote y su principal labor la de enseñar siempre la hemos de recordar. “MAESTRA DE MAESTROS” alguien la bautizo, las nuevas generaciones de educadores en sus aulas y bajo sus enseñanzas se pudieron formar, y hasta en la universidad alguno de sus alumnos hoy profesor es. En el altar de la educación en Pinchote y Santander Doña Elvira Moreno de Cristancho siempre estará y ejemplo de esfuerzo, coraje y perseverancia para todos una gran lección que solo el tiempo lo ha de reconocer. Mostrar sus cualidades imposible es porque esta leyenda siempre corta se quedara pero algunas por resaltar… La pluma y el tintero su letra pudo moldear, diminuta, pareja y clara quien no la ha de reconocer, memoria prodigiosa hasta ultimo momento pudo exibir poesias completas habitual en ella declamar, y el sistema de sumar? varias veces la prueba le hice pasar y a mi calculadora siempre le pudo ganar… tres y dos cinco y ocho tres y uno va y ocho llevo dos, yo la verdad no le podia entender pero su metodo infalible si es. Caridad, Paciencia y Esperanza un legado mas, su temple y ferreas convicciones siempre en mi mente estaran y cada una de sus enseñanzas con frases que en mis oidos retumbaran. Ella toda una institución hoy día del maestro la quiero recordar y a mi pueblo al que tanto me hizo amar presentarle un personaje que a pulso y con las uñas grandes cambios pudo lograr.
Mes: mayo 2018
Por
Ing. Martha Luz Cristancho Moreno copy rigth 2018
Hoy cuenta la leyenda… que así como el tiempo pasa los recuerdos también, y en un pueblo donde no pasa nada pero sucede de todo, las gentes Vivian sin lujos ni comodidades, tal vez con el solo devenir del tiempo. Un médico los visitaba ocasionalmente en el único puesto de salud aun sin dotación, las cuatro calles polvorientas y el transitar de los vecinos conocidos entre sí porque a pesar de las diferencias, el respeto y la cortesía nunca se logró perder, servicios públicos y agua solo de ocasión y escuelas con poco mobiliario, tableros verdes y tiza blanca único material didáctico para un par de maestros que enseñaban aritmética, castellano, historia, geografía y algo más, muchos solo las primeras letras aprendían porque el trabajo en la labranza o la cocina con apremio la familia su aporte esperaba y los privilegiados tercero o hasta quinto y no fue más la vida así debían enfrentar, ser uno del montón única profesión, sin embargo, él estaba ahí tan revolucionario como soñador, Cheo lo llamaban para distinguirlo de su papá pero a pulso su nombre fue ganando no solo para amigos y seguidores sino para el pueblo en general, los políticos poco o nada su carácter les podía interesar, sus ideas de izquierda o de derecha siempre una ambigüedad, entre godos y cachiporros no se sabía cuál lo perseguía más, Genialidad o necesidad desde un inicio se propuso a todos enfrentar y sus proyectos todo el mundo los puede admirar, Eliseo Quintero Duran ahora y en la posteridad su nombre al de Pinchote siempre unido estará. Un día cualquiera tranquilo y sosegado un grupo selecto de jóvenes sus mejores galas puestas llevaran y como en un cuento de hadas el bachillerato por fin empezaran, no se sabe si será legal o alguna validez tendrá pero un colegio contra viento y marea hoy dicen que sus clases iniciara… las ruinas de la escuela los albergara, unos profesores prestados y sin sueldo hasta clases de inglés les impartirán una locura muchos dirán y desde las esquinas boquiabiertos quedaran, unos pocos este despropósito apoyaran algunos sus hijos a clases enviaran, otros cuadernos y libros viejos apolillados donaran, una escoba un trapero regalaran y una pensión también patrocinaran y así entre burlas, hostigamiento y persecución pronto en el pueblo bachilleres habrá y una nueva esperanza de profesionales de sus aulas surgirán. Reconocimiento para un hombre al que a pesar de las diferencias me enseñaron a admirar y aunque la vida por caminos separados nos hizo transitar, sé que él ejemplo por siempre será, su valentía y coraje ante las adversidades su principal cualidad. Paz en su tumba
Y cuenta la leyenda… que en alguna época no muy lejana las niñas, jovencitas, señoras, damas, mejor dicho las mujeres entre su ajuar, para tapar la claridad usaban las enaguas, fondo, combinación, falsos o falda de debajo generalmente con encaje. Era mal visto que se escurrieran y se viera así fuera solo la punta del encaje, “ está buscando novio? “ decían, (ahora no las usan y se les ve más que la clarida). Solo una humilde mujer en Pinchote se daba el lujo de andar con las naguas escurridas, y no solo eso sus vestidos eran de colores llamativos con flores, de tela brillante, era tartamuda o tartaja a quien los muchachos la arremedaban, le tiraban piedra o se burlaban pero que salían corriendo cuando ella cogía un chamizo y les devolvía sus pilatunas, en alguna ocasión organizaron el reinado del millo y esta mujer “la boba del pueblo” lucio orgullosa y feliz cetro y corona. Cuando a alguien querían regañar, ofender o fastidiar le decían “ya está igual a María Martínez”, que así se llamaba nuestro personaje, era la de los mandaos, la servicial, en la cocina un sabor particular y para el pueblo un ser sin igual. Icono de la moda y así las nuevas generaciones han de reconocer que una nueva moda ella implanto, su seña particular en aquella época de tanta elegancia y finura, en cada uno de sus dedos un anillo solía lucir, uno grande de plata con una gran piedra y otros más, objeto de burlas por esto también fue y pensar que hoy en día hasta en las narices colgandejos suelen usar. Si alguien por casualidad una foto de ella tiene le agradezco la pueda compartir y así esta leyenda completar
Y ahora Cuenta la Leyenda… que como todo pueblo religioso los domingos en Pinchote desde muy temprano y desde lo alto del campanario el tañer de dos grandes campanas retumbaban en todo el vecindario llamando a los fieles a la misa, pero este sonar no era como cualquiera, era sonoro y acompasado, como una melodía que alegraba el día a quien lo podía escuchar, se identificaba que llamado era ya que al final de cada sinfonía; uno, dos o un largo retoque lo informaba y así las señoras sus rebosos alistaban y prestas al templo acudían. Cuando un vecino fallecía, las mismas campanas su alegre tintinear transformaban en un melancólico y lánguido redoble que hasta los confines del pueblo su noticia triste hacía llegar, el alma entera estremecía de dolor y el llanto no se hacía esperar… pero detrás de estos acordes solo un personaje sigiloso, humilde y bonachón… TIO MON, don Salomón Triana el hijo de doña Chinca, el Sacristán del pueblo, aquel que pasaba desapercibido para muchos pero indispensable para todos. Los ornamentos clericales siempre impecablemente listos para cualquier celebración, la casulla morada, roja, verde… y sobre ella el alba, coronado con la estola y sobre estos el cíngulo organizados exactamente en el orden inverso de colocación. los libros litúrgicos perfectamente marcados con las lecturas del día sobre el ambón y las velas perfectamente encendidas en el altar junto a estas cáliz y hostias preparados para el ritual… estas tareas cotidianas y otras menos ceremoniales pero igual de importantes las cumplía don Salomón a cabalidad con el silencio que siempre lo caracterizo, a tal punto que una vez retirado de sus labores ya nunca mas las campanas volvieron a sonar como aquellos días y a los muertos no se les llora como antes y solo un vago recuerdo nos queda en la memoria.
Como todo parroquiano Tío MON cumplía sus obligaciones de proveer sustento a su familia dedicándose desde muy temprano a labrar la tierra, maíz y millo su cultivos
tambien cuenta la leyenda… que Pinchote en mas de 236 años de existencia ha tenido “Personajes” muy importantes… con nostalgia pero con gran orgullo y alegria debo confesar que en mi infancia estuve rodeada de grandes e importantes personajes que enriquecieron mi vida… El 1 de mayo de 2018 cumpliria 107 años el personaje que recuerdo hoy… Doña ETELVINA PADILLA DE URREA o misia Etelvina como la conoceriamos muchos, algun escritor en su libro la definiria asi: “tan comunicativa como compasiva y servicial”, yo simplemente diria que por su caracter era fuerte pero sincera, no dudaba en cantarle la tabla desde el cura hasta el alcalde, sus dichos tan populares como el mismo pueblo… “eso fue en vida del otro Dios” solia decir para referirse a cosas o hechos viejos, y lo mas admirable su gran memoria, solia encadenar diferentes hechos para dar la edad exacta de alguien o referirse a cualquier acontecimiento… durante muchos años era el unico contacto con la civilizacion, soliamos verla con su costal para llevar y traer el correo de ADPOSTAL y junto a esto hacia mandados una aguja para surcir las medias, hilo blanco y botones para la camisa, pastillas de asawin para le fiebre del chino, azteca para purgar la perra… en fin. Siempre la recordare conversando con mi madre y soltando una CARCAJADA franca y estruendosa… un verdadero legado para los pinchotanos, aunque no nacio aqui, era mas pinchotana que cualquiera..